Publicado originalmente en Nueva Revolución
Con el permiso de la autora: Teresa Domínguez
Las agencias de «gestación subrogada» reciben numerosas solicitudes de «padres de intención» que exigen entre otras condiciones que las madres «sustitutas» estén dispuestas a permanecer sin vacunar contra el coronavirus durante el embarazo. Aunque estos mismos se vacunen por su propia seguridad.
De hecho, el Colegio de Obstetras del Reino Unido también recomienda lo mismo. Tampoco es necesario esperar un período de tiempo específico desde la vacunación hasta el tratamiento de FIV o la transferencia de embriones. La única recomendación que manejan es no ponerse la vacuna durante la fase activa del tratamiento por estimulación ovárica o transferencia de embriones ya que puede provocar una respuesta alérgica y fiebre, que puede afectar a los óvulos en ese ciclo, o al embrión que se transfiere.
Los datos en EEUU:
Estudios recientes han sugerido que el embarazo es un factor de riesgo grave para la enfermedad Covid-19 que puede tener implicaciones en la salud de la madre y del feto y conduce a una mayor mortalidad entre las mujeres embarazadas. Por ello es necesario garantizar la mejor decisión en especial para la madre y la criatura por nacer.
Cifras a 5 de abril 2021: Total de casos de COVID-19 en los EE. UU. durante el embarazo: 83,424
Total de muertes maternas por enfermedad COVID-19: 94
Hospitalizaciones durante el embarazo por COVID-19: 14,109
Mujeres embarazadas que necesitaron UCI y/o respiradores durante la hospitalización: UCI y respiradores 379/87
A partir de las cifras anteriores, queda claro que contraer COVID-19 durante la maternidad subrogada o el embarazo en general aumenta significativamente el riesgo de hospitalización.
Se observa que del total de las mujeres embarazadas, solo un 30% es «blanca», el resto son en su mayoría hispanas/latinas, negras, asiáticas y de «origen desconocido».
Los datos adicionales publicados por COVID-NET, en asociación con los CDC, establecen el riesgo de hospitalización para las mujeres embarazadas en aproximadamente el 28,2 por ciento. Las mujeres embarazadas se encuentran en la categoría de mayor riesgo, junto con los ancianos y aquellos con deficiencias del sistema inmunológico. Los propios CDC confían en que el desarrollo y la distribución de vacunas eficaces «beneficiarán enormemente a la subrogación en 2021»; sin embargo no parece ser el propósito de agencias, intermediarios, clínicas y clientes.
Ucrania: Destino Low-Cost
El caso de Ucrania, es paradigmático, y muy grave relativo a la salud y derechos humanos de la población en general. A las mujeres, niñas adolescentes, menores en general y personas mayores en particular. A esto hay que sumar el problema de conseguir vacunas en un país atrapado en conflicto bélico y geopolítico. Sin poder obtener vacunas de los Estados Unidos, por el bloqueo de Trump (ahora, con Biden, las primeras compras comerciales de vacunas occidentales no se entregarán antes de finales de 2021.) y ante su negativa a aceptar la ayuda de Rusia, solo les queda el mercado chino, del que han comprado la primera partida en una apresurada negociación en el país a finales de diciembre.
Ucrania tiene una población de 42 millones de habitantes, y está programado para recibir ocho millones de dosis de vacunas bajo el programa Covax (Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19) que abastece a países de ingresos bajos y medianos que de otra manera no podrían tener acceso a las vacunas.
Por otro lado, entrar en Ucrania durante la pandemia por Covid-19, es relativamente fácil para los clientes extranjeros. El gobierno ofrece toda clase de facilidades y garantías con el fin mantener una «cuarentena adaptativa» a los turistas de la explotación reproductiva. Eso significa que se han levantado la mayoría de las restricciones. El Ministerio de Salud de Ucrania anunció que no planean cerrar las fronteras en el futuro. Los países de la «Zona Verde» (menos de 315 casos por cada 100,000 personas), pueden entrar sin documentación, cuarentena, ni nada en absoluto. Los países de la llamada «Zona Roja», tampoco tienen mucha complicación, PCR de 48h. Que no te puedes hacer la PCR, se puede obtener una prueba de COVID directamente en el aeropuerto de destino. Escanean el código QR, la app VDoma, y la cuarentena se reduce de 24 a 48h que se recibe el resultado, y a disfrutar del turismo reproductivo sin tener en consideración el grave impacto en la salud pública de la epidemia de COVID-19 y efectos sobre la salud de las personas.
La pandemia no solo expone sino que agrava las existentes desigualdades y discriminaciones de ciertos sectores de la población. Según ReliefWeb se necesita una respuesta humanitaria. Y se hace necesario aplicar la perspectiva de edad y sexo para identificar los factores que empeoran las desigualdades entre la población afectada por el conflicto. Las vulnerabilidades de ciertos grupos de población son particularmente críticas debido a las condiciones físicas, incluidas las personas con discapacidad, las mujeres embarazadas y en período de lactancia, las enfermedades crónicas como el VIH, la tuberculosis o las enfermedades mentales.
Dos tercios de las mujeres de la región experimentan un empeoramiento de la situación económica y un aumento en la cantidad de trabajo doméstico. También un aumento de la violencia psicológica y física. Casi todas las mujeres (80 por ciento) identificaron el apoyo financiero como la necesidad más urgente para sus familias. Dos tercios de las mujeres informan de ansiedad, trastornos del sueño o depresión como resultado de la pandemia de COVID-19. La mitad de la población femenina de Ucrania indicó que la pérdida del empleo o la pérdida parcial de ingresos hace que sea imposible pagar el alquiler y los servicios públicos.
Una regulación deficiente amenaza la salud de las mujeres gestantes y donantes en Ucrania en el negocio de la mal llamada «gestación subrogada». El coste de la pandemia de COVID-19 en la economía podría estar empujando a las mujeres ucranianas a buscar ingresos adicionales a través del alquiler de sus vientres. Casi un año después del «escándalo de la subrogación«, de Biotexcom, la legislación del país no se ha modificado un ápice con el fin de proteger a las mujeres que se ven obligadas a ser madres de alquiler. La subrogación en dicho país tiene muchos aspectos problemáticos, incluidos los riesgos para la salud de las mujeres y sus criaturas, la explotación y la vulneración de sus derechos humanos básicos a los que el gobierno sigue haciendo la vista gorda.
Bioética
Como dice el juramento hipocrático de la profesión médica, «primum non nocere: en primer lugar, no hacer daño». La bioética nace ante la necesidad de tratar de solucionar los interrogantes y conflictos que plantean hoy los avances científicos y las tecnologías, su uso y aplicación al ser humano, a la vida y a la supervivencia en el planeta. Sobre el principio de la no maleficencia, de autonomía y de justicia desde el punto de vista de la mujer gestante y de las criaturas les recomiendo el artículo de Vanesa Rodríguez, integrante de Stop Vientres de Alquiler: «Los principios de la bioética y los vientres de alquiler«. La salud y la seguridad de las mujeres embarazadas debería ser la máxima prioridad, y no los caprichos egoístas de personas sin escrúpulos, ni principios, que anteponen sus deseos de crear una familia, a cualquier coste, a la salud de las mujeres que darán a luz a esos bebés.
Teresa Domínguez
https://covid.cdc.gov/covid-data-tracker/#pregnant-population