COMUNICADO DE PRENSA 15-11-2021
La página web de la Conferencia de La Haya anuncia que el grupo de expertos se reunirá de nuevo del 15 al 19 de noviembre, por videoconferencia, para finalizar un informe sobre filiación de los bebés nacidos por «gestación subrogada».
Este grupo de expertos fue creado en 2015 por el Consejo de Asuntos Generales y Política (CAGP) de la Conferencia de la Haya. Desde entonces, se han reunido 9 veces y, en la próxima semana del 15 de noviembre, se celebrará una décima reunión. En marzo de 2021, el CAGP prorrogó el mandato de este grupo de expertos un año más para que pudiera presentar su informe final al CAGP en la reunión prevista en 2023.
En las Conclusiones del Consejo de Asuntos Generales y Política de la Haya aprobadas por el Consejo en 2019, se señala que la mayoría de expertos solicitaron que los trabajos futuros se dedicaran al desarrollo de los dos documentos siguientes:
– Un instrumento general de derecho internacional privado sobre el reconocimiento de las decisiones judiciales extranjeras relativas a la filiación;
– Un protocolo separado sobre el reconocimiento de las decisiones judiciales extranjeras relativas a la filiación resultante de los acuerdos internacionales de subrogación.
La CIAMS lleva años denunciando estas reuniones y se opone a ellas porque, al adoptar un protocolo de este tipo, la Conferencia abriría claramente la puerta a la «gestación subrogada». En efecto, aunque los expertos no dejan de repetir que no se trata de pronunciarse sobre la «gestación subrogada», lo cierto es que el protocolo en el que trabajan pretende armonizar las legislaciones nacionales sobre filiación de los bebés nacidos de esta práctica y legitima la propia práctica incluso en los países donde está prohibida, como es el caso de España. Desarrollado en la mayor opacidad, el efecto de dicho protocolo es automatizar la concesión de la filiación a cualquiera que burle la ley de su país para comprar un bebé en otro país donde la explotación reproductiva de las mujeres se ha legalizado o se tolera, y donde la venta de menores ha dejado de ser un delito para convertirse en un negocio muy lucrativo.
La inmensa mayoría de los países que forman parte de la Conferencia de La Haya prohíben la práctica de la «gestación subrogada» y lo hacen en nombre de la dignidad humana. ¿Por qué han de firmar y ratificar un texto que legitima esa violación del primer derecho humano, aunque esté prohibida en esos países?
La paradoja es evidente.
El trabajo de este grupo de expertos suele pasar desapercibido, no es noticia y muy pocas personas, incluso dentro de las instituciones, conocen la existencia de ese proyecto.
Por ello, la CIAMS quiere denunciar estas reuniones y pedir a los gobiernos de los países en los que esta práctica está prohibida que se opongan a ese protocolo. Su aprobación supondría que la Conferencia de La Haya, con sus 85 Estados miembros, se pusiera al frente de la defensa de los intereses privados y comerciales de la industria de la reproducción humana, ya que, como la propia institución reconoce en sus documentos, «es bien sabido que la gestación subrogada es un negocio global».
La gestación subrogada es una práctica contraria a la dignidad humana, que viola los derechos de las mujeres y los niños. La mercantilización y la cosificación del cuerpo de las mujeres y de sus hijas e hijos no es aceptable en una sociedad que defiende el respeto de los derechos humanos.
La CIAMS se opone una vez más al trabajo del grupo de expertos y lanza una campaña en las redes sociales que durará del 15 al 19 de noviembre. Denunciará la celebración de este encuentro y recordará que la mal llamada «gestación subrogada o por sustitución» no es más que explotación reproductiva de las mujeres y compra y venta de niñas y niños recién nacidos.
La CIAMS es una organización internacional que lucha por la abolición de la gestación subrogada en todo el mundo. Reúne a cuarenta organizaciones de trece países y tres continentes que luchan por la defensa de los derechos de las mujeres y los derechos humanos. Es una organización que basa su trabajo en valores feministas, como la igualdad entre los sexos y la autodeterminación y el empoderamiento de las mujeres. Una de las organizaciones fundadoras es una organización de lesbianas y en nuestros estatutos nos expresamos claramente a favor de la igualdad de las orientaciones sexuales homosexual y heterosexual.