Considerada por algunos como un avance médico e interpretada como una técnica de reproducción asistida, esta visión esconde una práctica social que debe evaluarse en términos de derechos humanos.
Es un error considerarla una técnica médica de reproducción asistida.
La maternidad subrogada es una práctica social y comercial basada en una técnica médica.
La inseminación artificial y la fecundación in vitro, dos prácticas médicas, se utilizan en el proceso de gestación subrogada para implantar gametos de donantes. No obstante, la maternidad subrogada sigue siendo una práctica social porque sirve a una demanda social: la de los clientes que reclaman un «derecho» a la paternidad o a tener un hijo.
Además, la maternidad subrogada es algo más que la inseminación o la FIV; es un proceso que implica diferentes fases impuestas a la madre subrogada:
- Contratación
- Firma del contrato
- FIV (fecundación in vitro, se repite si no tiene éxito)
- Apoyo psicológico para distanciarse del embarazo
- Supervisión médica del embarazo
- Parto
- Entrega del niño a la cliente
- Renuncia a su filiación con el niño que esperaba
- El posparto y todos los riesgos asociados al embarazo
Este proceso es una industria que implica a un número considerable de actores: agencias, clínicas, laboratorios médicos, abogados, psicólogos, instalaciones de alojamiento tanto para los clientes como para las madres de alquiler, bancos para financiar a los futuros compra bebés …(etc).
La mayoría de estos actores no pertenecen al ámbito médico, sino al comercial, que ofrece dos productos/servicios: el nacimiento de un niño y su adopción por los compra bebés .
La comercialización de la maternidad subrogada requiere técnicas de marketing agresivas que promueven ofertas cada vez más sofisticadas que se aplican impunemente a seres humanos, mujeres y niños:
- Personalización del producto: elección del sexo del niño (ver ejemplos más abajo), elección de las características físicas, sociales y de comportamiento de la donante de óvulos y de la madre de alquiler.
- Control de calidad: el embarazo es objeto de un seguimiento minucioso y la amniocentesis se realiza casi sistemáticamente, aunque a menudo es innecesaria y peligrosa, ya que se perfora la bolsa de las aguas para tomar muestras del líquido amniótico.
- Sofisticación de las ofertas en forma de paquetes adaptados a la capacidad económica del cliente [1]( ver ejemplos más abajo).
- Oferta promocional: el precio del segundo hijo en caso de parto de gemelos se considera un costo adicional, 8.000 dólares en el ejemplo anterior [2] de un costo total de 145.000 dólares, lo que resulta muy atractivo para los futuros compra bebés y menos para la madre de alquiler, dado que un embarazo gemelar es especialmente arriesgado y que el 70% de los gemelos nacen prematuramente.
- Venta: La clínica BioTexCom de Ucrania ha publicado una oferta promocional en noviembre de 2021: el «Black Friday de gestación subrogada». Para este día exclusivo de rebajas, la agencia ofrece fórmulas gestacionales con un descuento de entre 1.200 y 1.500 euros por un niño nacido de una madre de alquiler ucraniana [3]. ¿Y quién se beneficiará de este descuento?
- Parto en casa: la madre de alquiler puede ser trasladada fuera de su país de origen unas semanas antes del parto, a un país elegido por los futuros compra bebés para su comodidad personal.
- Garantía de sustitución: Gestlife ofrece repetir el procedimiento de gestación subrogada de forma gratuita si el niño fallece en el plazo de dos años[4].
La gestación subrogada tampoco es la respuesta a la infertilidad
La maternidad subrogada se presenta erróneamente como una respuesta médica a la infertilidad, pero no cura a nadie: ni a los futuros compra bebés que no pueden tener un hijo, ni a la madre de alquiler que es una mujer fértil en perfecto estado de salud, ni a las parejas homosexuales que también están en perfecto estado de salud. Clasificar la maternidad subrogada como una práctica médica es, de hecho, una forma de que esta industria oculte su verdadera naturaleza: un sistema para explotar las capacidades reproductivas de las mujeres.
Pedir a una mujer que no desea tener un hijo que lleve a término un embarazo y luego entregar el niño o los niños a los compradores no puede considerarse una práctica médica.
La maternidad subrogada no es inevitable
El principal argumento a favor de regular la gestación subrogada es la doctrina de los hechos consumados, según la cual la existencia de la práctica, considerada inevitable, requiere un marco jurídico. Adoptar un enfoque regulador es negarse a cuestionar la naturaleza misma de esta práctica, lo que implica, a saber, el hecho de que ciertos seres humanos puedan transformarse en medios al servicio de otros. Como la prostitución, un sistema de explotación sexual. La maternidad subrogada no existiría sin la exigencia patriarcal de filiación.
Cuando una pareja o un individuo no puede concebir un hijo debido a problemas médicos o a su orientación sexual, existe otra opción: la adopción plena o simple.
El principio es el mismo que el de la maternidad subrogada, ya que la adopción permite acompañar al niño hasta la edad adulta. Ambas prácticas responden al mismo deseo de tener un hijo. Sin embargo, la principal diferencia es que la adopción es una práctica solidaria y no comercial.
Ante todo, lo que se busca es el vínculo genético entre el donante de esperma y el recién nacido.
Desde este punto de vista, el vínculo genético patriarcal borraría la violencia y la explotación de la madre de alquiler, enmascaradas por la imagen «médica» forjada para hacer aceptable esta práctica social que viola los derechos humanos. Podría tratarse incluso de un intento de manipulación, y desde luego no de un avance médico.
Capturas de pantalla correspondientes a los casos anteriores
[1] https://www.surrogacyfr.com/
[2] https://www.sensiblesurrogacy.com/sensible-surrogacy-in-the-united-states/
[3] https://www.marianne.net/agora/tribunes-libres/black-friday-gpa-desormais-la-grossesse-pour-autrui-est-soldee
[4] https://www.uk.gestlifesurrogacy.com/guarantees-in-surrogacy.php