Seguir el dinero hasta llegar al epicentro es la mejor manera de responder a preguntas tan sencillas como necesarias, tales como de dónde salen los fondos para sufragar el infame congreso de compra de criaturas que hace días se celebró en Bilbao, con el aplauso de representantes políticos incluido. Teniendo en cuenta que España es el segundo país del mundo con más clínicas de reproducción asistida -sólo por detrás de EEUU- y que entre públicas y privadas, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2016 ya había 383, ¿cuánto darían esas clínicas por poder ofertar en su cartera de servicios de manera legal la mal llamada gestación subrogada?
Lo que hay en este sector de la deshumanización de las mujeres es una industria potentísima, puro capital que crece de manera galopante a pesar del éxito relativo (en torno al 22 %) de los diferentes programas legales de reproducción asistida en España. Si al 80 % del fracaso sumamos la imposibilidad de reproducirse de las parejas gais, ¿cuánto darían esas clínicas por ver legalizada la gestación subrogada y poder ofertarla en su cartera de servicios?
El mapa de la explotación reproductiva
Sólo por ceñirnos al Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), en 2021 facturó 394 millones de euros -lo que supone un repunte interanual del 37 %- y ese mismo año el beneficio neto de la compañía se situó en 56,6 millones de euros. El IVI cuenta con más de 30 clínicas repartidas por la geografía española y acaba de fichar como nuevo consejero delegado a Javier Sánchez-Prieto, expresidente de Iberia, con el fin de consolidar y potenciar el liderazgo económico de la empresa a nivel mundial.
El IVI se convirtió en un imperio de la infertilidad y de la explotación reproductiva de las mujeres (sí, la compra de óvulos es también explotación reproductiva) desde que se fusionó en 2017 con RMANJ (Asociación de Medicina Reproductiva de Nueva Jersey), convirtiéndose en IVI-RMA Global y aumentado el número de centros a 75 clínicas repartidas en 9 países de Europa y América, a los que hay que sumar Abu Dhabi, Omán y Dubai.
Después de la fusión, el valor de la nueva compañía se estimaba en 1000 millones de dólares, con una facturación anual sin competencia ni en España ni en el mundo. Es más, el IVI dispone de 2.000 profesionales de la sanidad y centros de investigación en más de una decena de países y cuenta con la colaboración de treinta universidades en sus más de 4.000 publicaciones técnicas.
Dexeus y Quirón quedaron desbancadas por el IVI-RMA Global, así como otras empresas más «modestas», sin que esto quiera decir que no se lleven un buen trozo del pastel que genera la infertilidad.
Familia Aznar: una ampliación de capital de 2 millones de euros
Además de nombres como el del nuevo consejero delegado del IVI, Javier Sánchez-Prieto, o el de José Remohí Giménez, su cofundador, en el número 60 del ranking de las personas más ricas de España, hay otros nombres en esta industria que no pasan nada desapercibidos, como el hijo de Aznar y Botella. Y es que José María Aznar Botella, después de dedicarse a los fondos buitre y de comprar a precio de ganga miles de viviendas expropiadas por los bancos a miles y miles de personas desahuciadas por la crisis del ladrillo, se pasó a la industria sanitaria, concretamente al sector de la reproducción asistida.
A través de la empresa financiera Poniente Capital (de la que también era socio George Farha, uno de los involucrados en los “Papeles de Panamá”), el hijo de Aznar fundó en 2017 Mystral Fertility Clinics con 3000 euros y en 2018, con Aznar padre y Botella, ampliaron el capital a 2 millones de euros, compraron la clínica de infertilidad Tambre y tiene previsto abrir próximamente otra clínica en Alicante.
En 2022, la firma internacional de inversión KKR consiguió hacerse con IVI-RMA Global por 3000 millones de dólares para crear un gigante en clínicas de fertilidad. A finales de 2020, KKR manejaba 252000 millones de dólares en activos gestionados. De 1000 millones de dólares en 2017, cuando IVI se fusionó con RMA, a 3000 millones en 2022, estamos hablando de un gran “pelotazo”. Y, por supuesto, el IVI-RMA Global se dedica a la gestación subrogada en aquellos países donde tiene clínicas y esta práctica es legal.
Como este jugoso conglomerado de capital y beneficios tiene muchos nichos, nada como ir a ellos. Por eso los fundadores del IVI, Antonio Pellicer Martínez, Luis Pellicer Martinez y José Alejandro Remohí Giménez, no han dudado en invertir en un nuevo sector, el del coliving de Grupo Marjal dedicado a la rehabilitación de inmuebles antiguos para su posterior explotación. Curioso además un dato, y es que en esta aventura esté el presidente y máximo accionista de Air Nostrum, Carlos Bertomeu. Ya son dos las firmas aeronáuticas que aparecen de una u otra forma relacionadas con el sector.
Buscando clientela
Vistos los cimientos económicos de este sector, falta una pieza fundamental para la guinda del pastel. Se trata de que la gestación subrogada sea legalizada y normalizada socialmente. Dado que las dos PLs de Ciudadanos salieron muy mal, es preciso buscar otras estrategias, porque este poderosísimo lobby económico no va a regatear en medios para enriquecerse aún más.
Sin duda las universidades son una buena cantera de normalización social de esta práctica violenta disfrazada de técnica de reproducción asistida, además de crear expectativas de desarrollo profesional entre estudiantes de Derecho, Empresariales, Psicología, Medicina…
Recordemos que existe una tasa de fracaso en torno al 80 % en las técnicas reproductivas legales, es decir, aquéllas que están acreditadas clínica y científicamente, y que las parejas de hombres no pueden recurrir a ellas por motivos evidentes, por lo que la legalización de la gestación subrogada supondría multiplicar al menos por cuatro los beneficios actuales del ingente número de clínicas de fertilidad. Y no es muy difícil deducir quién financia viajes, alojamiento, manutención, ponencias y organización de congresos, seminarios y jornadas sobre las maravillas de los vientres de alquiler y la compraventa de recién nacidos.