Ficha informativa: Tecnologías médicas de reproducción: ¿Forma parte la maternidad subrogada de la TPA??

Las técnicas médicas de reproducción, denominadas colectivamente TPA (Técnicas de Procreación Asistida), engloban la manipulación de óvulos y/o espermatozoides para facilitar el embarazo[1]. Estas técnicas pueden abordar problemas específicos para lograr la concepción sin necesariamente tratar las causas subyacentes de la infertilidad.

 

Entre los métodos de TPA más conocidos se encuentran la inseminación artificial y la fecundación in vitro, disponibles para personas y parejas en edad fértil a las que un profesional sanitario ha diagnosticado infertilidad o que han tenido dificultades para concebir a pesar de repetidos intentos. En Francia, la práctica de la TPA está supervisada por la Agencia Francesa de Biomedicina.

 

  • Inseminación artificial:

 

Esta técnica de TPA consiste en la recogida y preparación de esperma, ya sea de la pareja o de un donante, y su posterior inyección directa en el útero de la mujer que desea concebir, sincronizada con su ovulación. En la mayoría de los casos, la mujer se somete inicialmente a una terapia hormonal (estimulación ovárica), acompañada de ecografías y evaluaciones de los niveles hormonales. La fecundación se produce de forma natural en el organismo de la mujer.

 

Los óvulos utilizados en este procedimiento pertenecen a la mujer que gestará el embarazo. En consecuencia, la mujer es reconocida legalmente como madre del niño debido a la conexión genética y el embarazo.

 

En los casos de maternidad subrogada, es posible emplear la inseminación artificial. Esto implica que la «madre de alquiler» establece un vínculo genético con el embrión, utilizando esperma del padre previsto o de un donante proporcionado por los padres previstos.

 

  • Fecundación in vitro (FIV):

 

La FIV es una técnica más invasiva que la inseminación, ya que implica la unión de un óvulo y un espermatozoide en un laboratorio. La FIV puede realizarse utilizando gametos de la propia pareja o gametos de donantes (espermatozoides u óvulos).

 

La estimulación hormonal de los folículos es considerablemente más amplia en la FIV que en la inseminación. Una vez que los folículos alcanzan la madurez, se recogen y transportan al laboratorio junto con los espermatozoides. En algunos casos, los gametos pueden crio preservarse antes del procedimiento.

 

La fecundación se produce fuera del cuerpo de la mujer y, posteriormente, los embriones se transfieren a su útero. Al igual que en la inseminación, en la FIV la mujer que desea un hijo es considerada madre durante todo el proceso de gestación (embarazo), aunque sea portadora de un embrión creado a partir de óvulos que no son suyos.

 

Durante los procedimientos de gestación subrogada asociados a la FIV (fecundación in vitro), la «madre de alquiler» se somete a la transferencia de embriones, que pueden proceder de una de las siguientes fuentes: bien de ambos clientes, aunque en estos casos es infrecuente que se utilicen los óvulos de la madre intencional, ya que en estas situaciones la mujer suele optar por la FIV o por inseminarse ella misma (se exceptúan los casos en que la mujer decide no quedarse embarazada o los embarazos con factores de alto riesgo, como cáncer, etc.), bien únicamente del padre intencional, o bien de dos donantes de gametos.

 

Clasificar la gestación subrogada como técnica de reproducción médicamente asistida es engañoso y abusivo

 

El proceso de gestación subrogada abarca varias etapas, que van más allá del ámbito de los procedimientos médicos en el campo de la reproducción. Ciertos aspectos, como la captación de madres de alquiler, la firma del contrato y la transferencia parental, implican a numerosos participantes que no tienen formación médica, como agencias, abogados, publicistas e instituciones financieras. Principalmente, la gestación subrogada funciona como una práctica de mercado social más que médica (para más información, consulte la hoja informativa titulada «Una práctica de mercado social, no médica»).

 

A diferencia de las auténticas técnicas de reproducción médicamente asistida, en las que las mujeres eligen de forma autónoma someterse a estos intrincados procedimientos médicos en su propio cuerpo, la maternidad subrogada supone la instrumentalización y explotación del cuerpo de un tercero, en lugar de una elección voluntaria realizada por la propia mujer.

 

La maternidad mediante TPA no es lo mismo que la explotación reproductiva mediante gestación subrogada

 

Técnicas de Procreación Asistida (TPA) sirven como método reproductivo para mujeres o parejas que aportan esperma y/u óvulos para concebir un hijo. La distinción crucial radica en el hecho de que la mujer que desea tener este hijo es la que llevará el embarazo. En los casos de FIV con «donación» de óvulos, se reconoce inequívocamente que ella es la madre del niño, independientemente de cualquier conexión genética.

 

Por el contrario, en el contexto de la maternidad subrogada, donde el embarazo se inicia mediante FIV, utilizando gametos no relacionados con la madre subrogada, se niega su maternidad, obligándola a reconocer que el feto no es suyo; ella no es su madre. Esto representa una flagrante contradicción sin más justificación que la instrumentalización de la madre de alquiler en beneficio de terceros. Además, constituye una grave violación del principio establecido en Francia por el artículo 56 del Código Civil, que establece inequívocamente que la madre es la mujer que da a luz.

 

[1] [1] https://www.inserm.fr/dossier/assistance-medicale-procreation-amp/#:~:text=L’assistance%20m%C3%A9dicale%20%C3%A0%20la,la%20cause%20de%20l’infertilit%C3%A9.

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