LLAMAMIENTO A DETENER TODO INTENTO DE ORGANIZAR LA EXPLOTACIÓN REPRODUCTIVA

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Contexto

En 2010, la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado se comprometió a elaborar un proyecto de convenio internacional relativo a la filiación en el contexto de la gestación subrogada con el fin de garantizar los efectos de la gestación subrogada transfronteriza para quienes recurran a ella.

El resultado de estos trabajos, previstos para 2024-2025, sería nefasto, ya legitimaría la gestación subrogada a nivel mundial en beneficio de una industria que explota la capacidad reproductiva de las mujeres. Al ponerse resueltamente del lado del mercado de la explotación reproductiva, la Conferencia de La Haya desprecia totalmente los derechos de las mujeres y de las niñas y los niños.

Incluso antes de que concluyan los trabajos, ya se están dejando notar sus repercusiones. Diversos organismos nacionales (en países donde la gestación subrogada está prohibida) o internacionales (como la UE) se remiten a ese proyecto de convenio de filiación  considerando que dará lugar a una normativa internacional que les evitará tener que tomar decisiones a nivel estatal.

En los lugares donde prolifera la gestación subrogada, en lugar de prohibirla, las iniciativas legislativas se dirigen a regularla. Pero regular la gestación subrogada significa normalizar la explotación de las mujeres por sus capacidades reproductivas, no erradicar esta práctica [i].

Llamamiento

Las abajo firmantes, asociaciones feministas y de la sociedad civil, personalidades públicas y políticas, en calidad de defensoras y defensores de los derechos humanos de las mujeres y las niñas y los niños, consideran que el proyecto de Conferencia de La Haya y todos los proyectos conexos de regulación de la gestación subrogada violan los derechos humanos.

Recordamos aquí a los Estados que la gestación subrogada debe ser considerada como:

• Un atentado a la dignidad humana de las mujeres y de las niñas y los niños, a quienes cosifica. La dignidad de la persona es un derecho fundamental garantizado por textos internacionales que no puede sufrir excepción alguna .
• Una forma de violencia contra las mujeres, por el hecho de ser mujeres, por su capacidad reproductiva, que combina la violencia física, médica, económica y psicológica, impuesta con una simulación de consentimiento: el contrato.
• Una práctica que atenta contra el principio de igualdad de los seres humanos y de igualdad entre mujeres y hombres, al crear una categoría subordinada de mujeres destinadas a la procreación para otros .
• Un ataque a la dignidad de las niñas y los niños  nacidos de la gestación subrogada. El interés superior de éstos no reside en ser concebido y traído al mundo con el objetivo de ser separado de su madre, ni en ser objeto de un contrato.
• Un riesgo para los hijos de las madres de alquiler, en términos de su salud psicológica, mental y emocional, expuestos a la trata de menores en el seno de su propia familia.
• La tendencia a crear un supuesto derecho a tener hijos, en lugar del derecho reconocido a fundar una familia.
• Finalmente, en concordancia con tratados y convenios internacionales, la gestación subrogada es por un lado venta y tráfico de niños y niñas, y por otro lado trata de mujeres con fines reproductivos.

Por todas estas razones, hacemos un llamamiento a los Estados pidiéndoles:

1. Desaprobar el protocolo relativo a la filiación en el contexto de la gestación subrogada, que se presentará en 2024-2025 a los Estados miembros de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado.

2. Mejorar la legislación para que el hecho de recurrir a la gestación subrogada sea considerado como un delito de violencia contra las mujeres, comparable a la trata de seres humanos, tanto si se perpetra en el propio territorio como en el extranjero, sobre la base del artículo 3 del Convenio de Estambul.

3. Comprometerse a incluir una perspectiva feminista (sobre la base del artículo 6 del Convenio de Estambul) en la aplicación y evaluación de los convenios que se ratifiquen, y a promover y aplicar políticas de igualdad que reconozcan que determinados tipos de violencia afectan de forma desproporcionada y exclusiva a las mujeres.

4. Impulsar el proyecto feminista de una convención internacional para la abolición de la gestación subrogada propuesto por la CIAMS ( Coalición Internacional para la Abolición de la Maternidad de Sustitución).

5. Luchar contra este  tipo de delito que afecta tanto a las mujeres como a las niñas y los niños fortaleciendo la colaboración transnacional para poner fin a la explotación reproductiva.

6. Tener en cuenta el interés superior del menor en todas las decisiones que le conciernen y más particularmente en las decisiones relativas al acceso a sus orígenes (Convención sobre los Derechos del Niño).

La valentía política pasa necesariamente por abolir la práctica de la mal llamada gestación subrogada.

La petición, lanzada por la CIAMS (Coalición Internacional para la Abolición de la Gestación Subrogada), cuenta con el apoyo de unas sesenta organizaciones feministas y de derechos humanos.

 

 

Les organisations suivantes sont de co-autrices de cette pétition

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[i] En los países donde la gestación subrogada es legal, se solicitan cambios legislativos para favorecer la satisfacción de los clientes en detrimento de los derechos humanos de las mujeres y los niños: (i) si la práctica se considera altruista, los cambios solicitados pretenden hacerla comercial (Estado de Nueva York, Reino Unido, Canadá) o borrar a la madre biológica (Grecia); (ii) si es comercial, se burlan las restricciones impuestas a los clientes (Ucrania).

Ningún Estado que haya legalizado o tolere la gestación subrogada protege en modo alguno los derechos de las madres biológicas o de los niños nacidos a través de gestación subrogada. Al contrario, cuando la práctica es legal o se tolera, conduce al establecimiento de redes de trata de seres humanos (Grecia, Ucrania, México).