En primer lugar, conviene definir qué es la gestación subrogada para aclarar que se trata de una práctica social y no de una técnica médica. La gestación subrogada es la práctica consistente en contratar, con o sin remuneración, a una mujer para que geste uno o varios niños o niñas, concebidos o no con sus propios óvulos, con el fin de entregárselos a una o varias personas que deseen ser designadas padres de dichos niñas y niñas.
En los años 80, la gestación subrogada se basaba en la inseminación artificial, pero desde los años 2010, la FIV (fecundación in vitro) se ha convertido en la norma. La gestación subrogada consta de ocho fases diferentes:
- Selección de la madre de alquiler. Firma de los contratos
- Selección de ovocitos y espermatozoides (los ovocitos utilizados suelen seleccionarse de un «catálogo» de mujeres)
2b. Fase preparatoria (preparación de la cavidad endometrial de la madre de alquiler para recibir el embrión o los embriones y exámenes múltiples) - Fecundación in vitro y diagnóstico preimplantacional (organización de la fecundación in vitro, pruebas y selección de los embriones que se van a implantar, incluso realización de la selección del sexo).
- Transferencia de embriones al útero de la madre de alquiler
- Confirmación del embarazo
- Seguimiento del embarazo
- Entrega del niño o niña a las personas que lo encargaron.
- Proceso de transferencia de la filiación de la madre de alquiler a las personas que lo han encargado.
Aunque sólo una etapa de la gestación subrogada implica reproducción asistida médicamente, esta tecnología sigue siendo erróneamente clasificada como tecnología médica. La gestación subrogada es una práctica social, no una técnica médica. No es un tratamiento médico para nadie, ni para la madre de alquiler, que es elegida por su buena salud y por ser fértil, ni para los clientes.
La gestación subrogada entra dentro del espectro de la violencia reproductiva, junto a prácticas como el comercio de ovocitos (óvulos), el embarazo y la esterilización forzados, y la prohibición de la anticoncepción y el aborto.
La gestación subrogada implica intrínsecamente una triple violencia contra la mujer: médica, psicológica y económica.
Abogamos por su inclusión como una forma de violencia contra las mujeres en todos los instrumentos internacionales, con el fin de esta práctica explotadora.
Violencia médica y embarazos de alquiler
La información relativa a los riesgos para la salud a los que se enfrentan las mujeres en la gestación subrogada es limitada, ya que esta cuestión rara vez se examina desde una perspectiva feminista. Aunque se trate de una cuestión sanitaria importante, no existen registros oficiales ni de las clínicas que se dedican a la gestación subrogada, ni de los niños y niñas nacido/as de este tipo de práctica, y menos aún de las muertes, lesiones o enfermedades provocadas a las madres de alquiler, ni de los niños o niñas que abandonan las personas que los encargan. Lo que sabemos con certeza es que el peso de los riesgos físicos y sanitarios de la gestación subrogada (llámese «altruista» o «comercial») recae exclusivamente sobre las mujeres.
Diversos estudios demuestran que los embarazos por FIV se asocian a un mayor riesgo de resultados obstétricos adversos y deben tratarse como embarazos de alto riesgo. Estos riesgos son muy conocidos, ya que se ha estudiado para la «FIV de doble donación» -la FIV realizada con óvulos y espermatozoides[1] «donados», y también hay algunos estudios centrados en la madre de alquiler[2].
Además, la salud de la madre corre peligro en todas las fases del embarazo subrogado:
Hormonas para preparar el útero antes de la transferencia de embriones
En la fase preparatoria de la gestación subrogada, al no tratarse de un embarazo natural, se administran hormonas (estrógenos y progesterona) para que el endometrio se desarrolle en el útero y se engrose hasta 7 mm para recibir al embrión.
Medicalización excesiva para garantizar el éxito en la transferencia de embriones
Las clínicas, para satisfacer a sus clientes, se proponen dos objetivos a alcanzar: que el embarazo sea resultado de un embrión constituido por fecundación in vitro (FIV) y lograr la mejor tasa de éxito, tal y como se prometen en su publicidad.
Las píldoras anticonceptivas y el Lupron están pensados para evitar que cualquier ovulación prematura de la madre de alquiler pueda interferir con el embrión transferido. Lupron (la marca más común de Leuprolida) se prescribió originalmente para el cáncer de próstata, también se utiliza como bloqueador de la pubertad. Está documentado que los efectos secundarios de la leuprolida producen un aumento de la presión intracraneal[3].
Además, para asegurarse de que el organismo de la madre de alquiler está libre de infecciones, se prescriben antibióticos (Doxiciclina, Tetraciclina[4]) unos días antes de la transferencia. También puede recetarse Medrol[5], una dosis baja de esteroides, para suprimir el sistema inmunitario de la madre de alquiler, con el fin de evitar un posible rechazo del embrión.
La mayoría de estos medicamentos son innecesarios y se prescriben no como preocupación por la salud de la madre de alquiler, sino para aumentar las probabilidades de éxito de la implantación del embrión y, por tanto, mejorar el negocio de la clínica.
Seguimiento del embarazo con revisiones innecesarias
Con el mismo objetivo, que es tranquilizar a los clientes y lograr el mayor índice de éxito, las agencias de gestación subrogada pueden solicitar un control prenatal en cualquier momento del proceso. De hecho, la madre de alquiler no sólo debe cumplir todas las condiciones estipuladas en el contrato, sino también las condiciones adicionales impuestas por las agencias y cualquier condición discrecional establecida por los clientes.
Incluye ecografías, pruebas de detección del síndrome de Down, Edwards o Patau, como la amniocentesis, que conlleva el riesgo de aborto[6]. También es frecuente la realización de controles aleatorios y sorpresivos para detectar el consumo de tabaco o de alcohol.
Problemas de salud específicos de la gestación subrogada
Los bebés concebidos mediante fecundación in vitro (FIV) con embriones no emparentados genéticamente con la madre de alquiler y presentan tasas más elevadas de nacimientos prematuros y bajo peso al nacer. Además la madre de alquiler presenta más complicaciones en el embarazo, como diabetes gestacional, hipertensión y placenta previa, en comparación con la concepción y el embarazo de forma natural[7].
La gestación subrogada conlleva un factor de riesgo de preeclampsia debido al «efecto paterno». Este efecto describe cómo la exposición previa de una mujer al esperma de un hombre puede reducir realmente su riesgo de preeclampsia durante un embarazo posterior con el hijo de éste. Por el contrario, se cree que el riesgo es mayor cuando se gesta un embrión completamente ajeno a la madre de alquiler[8]. Esto funciona como una especie de reacción inmunitaria contra el feto después de unas 20 semanas de embarazo.[9]. La preeclampsia es una de las principales complicaciones que provocan casi el 75% de las muertes maternas[10]. Sin tratamiento inmediato, la preeclampsia puede dar lugar a una serie de complicaciones graves, entre ellas: convulsiones (eclampsia), síndrome HELLP (Hemólisis, Enzimas Hepáticas Elevadas y Plaquetas Bajas) que conllevan ingreso hospitalario. La cesárea se practica urgentemente al menor síntoma de empeoramiento de la madre o del feto, que ya sufre un crecimiento lento por recibir menos oxígeno y nutrientes de los que debería. El feto nacerá prematuramente.
Según The Helsinki Birth Cohort Study «Las personas nacidas [como bebés prematuros] tras embarazos complicados por preeclampsia o hipertensión gestacional tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus. Los procesos subyacentes pueden incluir un trastorno local de los vasos sanguíneos del cerebro como consecuencia de un crecimiento cerebral reducido o un crecimiento cerebral deficiente que provoca respuestas de «ahorro de cerebro» en el útero. Las mujeres que desarrollan preeclampsia durante el embarazo presentan niveles más elevados de factores de riesgo cardiovascular, como aumento de la presión arterial, concentraciones séricas de colesterol e hiperinsulinemia, y tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida[11].
Embriones múltiples: un riesgo para la madre de alquiler
Como los gemelos son menos caros que dos vientres de alquiler, hay una tendencia a pedir gemelos (con pagos de 5000$ a 7000$ por feto adicional). Para las parejas homosexuales se ha desarrollado una demanda especial: producir gemelos a partir del esperma de cada uno de los miembros de la pareja[12].
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva[13] ha publicado orientaciones sobre los límites del número de embriones que deben transferirse durante los ciclos de FIV. El objetivo de este documento es promover la gestación única, reducir las gestaciones gemelares y eliminar las gestaciones múltiples de alto riesgo.
Según el Informe europeo sobre salud perinatal 2015-2019[14], en comparación con los embarazos únicos, los embarazos múltiples (gemelos, trillizos o embarazos múltiples de orden superior) plantean mayores riesgos para las madres y los bebés. Las mujeres con embarazos múltiples tienen más probabilidades de desarrollar complicaciones, como preeclampsia y diabetes gestacional, y de dar a luz por cesárea que las mujeres con embarazos únicos. El parto prematuro es también mucho más frecuente, más del 50% en los embarazos múltiples frente al 6-7% en los únicos, y también son frecuentes los riesgos de otras complicaciones con resultados perinatales e infantiles, como mortinatalidad, mortalidad neonatal e infantil, bajo peso al nacer, afecciones congénitas y parálisis cerebral.
Los negocios de gestación subrogada que hacen las clínicas no tienen en cuenta estas directrices ni garantizan la seguridad de las madres de alquiler. Permiten que la gente encargue gemelos (con un coste más barato para los clientes) y, para mejorar la tasa de éxito, suelen transferir varios embriones y luego realizar lo que se denomina «reducción embrionaria» o «interrupción selectiva», que en realidad es un aborto selectivo.
Aborto: Secuestro del derecho de autodeterminación de la mujer
La mayoría de los contratos de gestación subrogada (llamados acuerdos de maternidad subrogada) tratan de quién decidirá sobre la «interrupción o interrupción selectiva», un término cuidadosamente acuñado que se utiliza en lugar de aborto. Esta decisión corresponde a los clientes, justificada por el hecho de que son los que pagan y, por lo tanto, quienes deberían poder decidir[15]. Se trata de una clara violación de los derechos de la mujer y entra dentro de la categoría de «aborto forzado», una evidente violencia contra la mujer.
Parto: Cesáreas innecesarias
Los riesgos persisten incluso una vez concluido el embarazo, sobre todo en lo que respecta a las modalidades de parto en los embarazos subrogados, en los que se da una notable prevalencia de las cesáreas. Las cesáreas suelen imponerse a las madres de alquiler sin necesidad médica, a petición de los clientes, con el fin de planificar la fecha del parto a su conveniencia. Además, se esgrime el argumento de que la cesárea sirve para que la madre de alquiler no desarrolle un vínculo con el niño o la niña.
Los estudios han demostrado la disparidad del parto por cesárea entre embarazos subrogados y no subrogados. De hecho, las mujeres con embarazos subrogados tenían tres veces más probabilidades de dar a luz por cesárea que por parto vaginal[16]. Es importante saber que la cesárea es una intervención quirúrgica mayor que se realiza para prevenir o tratar complicaciones maternas o fetales potencialmente mortales[17]. Además, las madres de alquiler que se han sometido a más de tres cesáreas, ya sea por gestación subrogada o por embarazos espontáneos previos, se enfrentan a un mayor riesgo para su propia fertilidad futura, con problemas como la rotura uterina.
En efecto, las cesáreas realizadas pueden aumentar el riesgo de rotura uterina durante un futuro embarazo. Este riesgo depende especialmente de dos factores: el número de cesáreas previas y el tipo de incisión practicada en el útero. Los estudios demuestran que aproximadamente el 1% de las mujeres que han tenido una cesárea sufren una rotura uterina, frente al 3,9% de las mujeres que han tenido más de una[18].
Las agencias de gestación subrogada exponen las variaciones de precios en sus detalladas guías presupuestarias para tener en cuenta los diferentes riesgos para la salud a los que se enfrentan las mujeres. Dan prioridad a su beneficio económico sobre el bienestar de la mujer, como demuestra su modelo de negocio, que depende de que el cuerpo de la mujer corra riesgos. En la siguiente imagen se detalla el coste económico que los clientes tienen que pagar en caso de un resultado médico catastrófico para la madre de alquiler, como la pérdida del órgano reproductor o una histerectomía completa[19].
Lactancia: otra forma de explotar a las madres de alquiler
Algunos contratos pueden incluir la lactancia del bebé. Tras el parto, la madre de alquiler se extraerá leche y se la enviará a los clientes por un precio fijo (de 200 a 300 dólares semanales)[20]. Si no, se la invita a donarla a un banco de leche o a suprimir la lactancia.
Muerte de madres de alquiler
Un velo de secretismo rodea la tasa de mortalidad de las madres de alquiler. Los datos fiables son escasos, probablemente debido a la falta de transparencia de las agencias de gestación subrogada y a las cláusulas de confidencialidad que obligan a los familiares a mantenerse discretos. Esta falta de información dificulta que las madres subrogadas comprendan plenamente los riesgos que implica la gestación subrogada.
Casos trágicos documentados en GoFundMe, como los de Brooke Lee Brown[21] y Michelle Reaves[22] ofrecen una visión de los peligros que acechan bajo la superficie de este negocio clínico. Más allá de los brillantes folletos, está surgiendo una narrativa crítica sobre la gestación subrogada. En Estados Unidos, por ejemplo, una red de madres de alquiler, donantes de óvulos y activistas feministas han unido sus fuerzas para denunciar la explotación inherente al alquiler de vientres[23] en un intento de luchar contra su legislación en el estado de Nueva York.
El discurso público y la cobertura mediática deben dar prioridad a descubrir estos riesgos, no a ocultarlos. Sólo con estudios exhaustivos e independientes podremos hacernos una idea completa de los distintos tipos de violencia a los que están expuestas las mujeres en esta práctica.
Aunque es innegable que la falta de control y trazabilidad por parte de los Estados y entidades terceras es preocupante, han surgido estudios, en India por ejemplo, que arrojan luz sobre la correlación entre la gestación subrogada y la muerte de las madres de alquiler.
El estudio concluye con rotundidad que en India se producen violaciones generalizadas de los derechos humanos de las madres de alquiler y que la razón de que estas mujeres se expongan a estos riesgos es exclusivamente «por dinero». Es importante destacar que las parejas extranjeras y los no residentes en India constituían el grueso de la clientela de la industria de vientres de alquiler en el país. En el estudio mencionado, se informó de la muerte de dos mujeres durante el tiempo que la autora realizaba esta investigación. Una de ellas era madre de alquiler y la otra era donante de ovocitos: la clínica nunca hizo públicas sus muertes.
Violencia psicológica y embarazos de alquiler
Nuestro conocimiento de los efectos físicos de la gestación subrogada en las mujeres es limitado, pero los datos sobre el impacto psicológico son aún más escasos. Este desconocimiento pone de relieve una forma de violencia que a menudo se pasa por alto.
La gestación subrogada debe considerarse como una experiencia emocional de alto riesgo, además de ser un embarazo de alto riesgo, ya que muchas madres subrogadas se enfrentan a experiencias negativas[24]. Los estudios han revelado que las madres subrogadas a menudo carecen de apego emocional, ya sea positivo o negativo, hacia su embarazo. Este mecanismo de desapego les sirve para disociarse y evitar o reducir los sentimientos de pérdida al renunciar a sus bebés[25].
Según otro estudio, las madres subrogadas comienzan su embarazo con una abrumadora sensación de «riesgo» y un alto grado de vigilancia. A medida que el embarazo avanza, se enfrentan a una considerable confusión emocional, navegando constantemente entre las narrativas contradictorias de desapego hacia el feto y la necesidad de formar un vínculo suficiente para gestar y dar a luz a un bebé sano[26] para los clientes.
No se puede negar la realidad de esta violencia en la gestación subrogada. Algunos contratos redactados por abogados y ofrecidos por las agencias de gestación subrogada se anticipan a ella incluyendola en las cláusulas que las madres de alquiler deben aceptar.
Figura 1. Sección 5.09 Posibles riesgos médicos y psicológicos
Figura 2. Pagos a la portadora gestacional
1.a) 1.000,00$ tras realizar dos análisis de sangre HCG positivos que confirmen el embarazo y la confirmación por ecografía del latido del corazón del feto, que se enviarán por correo en un plazo de diez días laborables a partir de la ecografía.
Violencia económica y embarazos de alquiler
Casi exclusivamente, las madres de alquiler participan en la gestación subrogada por necesidad económica, no por simple altruismo[27].
Incluso en países con un tipo de gestación subrogada altruista, como Australia, los estudios han revelado una clara diferencia de nivel educativo y profesional entre las madres subrogadas (y sus parejas) y los clientes. Éstas suelen tener niveles más bajos[28]. Otra diferencia encontrada es que las madres de alquiler y sus familias tienen menos probabilidades de residir en las zonas más favorecidas de la ciudad, en comparación con los clientes.
Ignorar las desigualdades estructurales subyacentes en la relación entre las madres de alquiler, sus parejas y los clientes de subrogación es tan habitual como preocupante. Es más probable que los responsables públicos que toman las decisiones políticas sientan empatía por los clientes, debido a los antecedentes socioeconómicos comunes y a una mayor probabilidad de interacción. Esto crea un sistema en el que a menudo no se escucha la voz de las madres de alquiler.
En ocasiones, la desigualdad entre las madres de alquiler y sus parejas está directamente relacionada con el hecho de que las mujeres opten por convertirse en madres de alquiler. Esta preocupación se ve amplificada por las prácticas dirigidas a poblaciones vulnerables. Las clínicas estadounidenses han sido criticadas por explotar a las cónyuges de militares como una gran reserva de potenciales madres de alquiler, ya que a menudo tienen escasas oportunidades de empleo estable debido a los recurrentes cambios de destino de sus parejas. Las agencias de madres de alquiler se aprovechan de las dificultades específicas de las cónyuges de militares: la subordinación a la que están sometidas en el estilo de vida militar, el hecho de que muchas de ellas ya son madres y se ocupan del cuidado de sus hijas e hijos, y su tasa de desempleo, tres veces superior a la de las cónyuges de civiles[29].
[1] Fishel Bartal, Michal, et al. » El impacto de la donación de esperma y óvulos en el riesgo de complicaciones del embarazo «. American Journal of Perinatology, vol. 36, no 02, janvier 2019, p. 20511-. DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1055/s-0038-1667029.
[2] Qin, Jiabi, et al. » Assisted Reproductive Technology and the Risk of Pregnancy-Related Complications and Adverse Pregnancy Outcomes in Singleton Pregnancies: A Meta-Analysis of Cohort Studies «. Fertilidad y esterilidad, vol. 105, no 1, janvier 2016, p. 73-85.e6. DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2015.09.007.
[3] Alexander, Joshua, et Leah Levi. «Hipertensión intracraneal en una paciente que se prepara para la gestación subrogada con acetato de leuprolida y estrógeno». Revista de Neuro-Oftalmología, vol. 33, no 3, septiembre 2013, p. 31011-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1097/WNO.0b013e3182906881.
[4] Lista de medicamentos que intervienen en la gestación subrogada | Surrogate.Com. 8 de abril de 2016, https://surrogate.com/surrogates/pregnancy-and-health/list-of-medications-involved-in-surrogacy/.
[5] Medrol (Metilprednisolona): Efectos secundarios, usos, dosis, interacciones, advertencias «. RxList, https://www.rxlist.com/medrol-drug.html
[6] https://www.nhs.uk/pregnancy/your-pregnancy-care/screening-tests/
[7] Woo, Irene, et al. » Perinatal Outcomes after Natural Conception versus in Vitro Fertilization (IVF) in Gestational Surrogates: A Model to Evaluate IVF Treatment versus Maternal Effects «. Fertilidad y esterilidad, vol. 108, no 6, décembre 2017, p. 99398-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2017.09.014.
[8] https://blogs.bmj.com/medical-ethics/2018/02/19/surrogacy-obstetric-risk-and-the-kardashian-wests/
[9] https://www.inserm.fr/dossier/pre-eclampsie/ «Se cree que el menor riesgo de preeclampsia durante un segundo embarazo y los siguientes, cuando se trata de la misma pareja, está relacionado con la adaptación inmunológica de la madre a los antígenos del padre, en particular a través de las células denominadas «T reguladoras». Esta mayor tolerancia permitiría una mejor implantación de la placenta, estructura de origen fetal portadora de antígenos paternos». traducido del francés.
[10] Mortalidad materna. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/maternal-mortality
[11] Kajantie, Eero, et al. » Pre-Eclampsia Is Associated With Increased Risk of Stroke in the Adult Offspring: The Helsinki Birth Cohort Study «. Stroke, vol. 40, no 4, avril 2009, p. 117680-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1161/STROKEAHA.108.538025.
[12] Hounsell, Kayla. » This English Same-Sex Couple Fathered Twins Who Are Half-Siblings – and a Canadian Surrogate Helped Them «. CBC News, 28 mars 2019. CBC.ca, https://www.cbc.ca/news/world/u-k-canada-same-sex-surrogacy-twins-half-siblings-1.5069654.
[13] » Orientaciones sobre los límites del número de embriones a transferir: A Committee Opinion «. Fertility and Sterility, vol. 116, no 3, septembre 2021, p. 65154-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2021.06.050
[14] https://www.europeristat.com/index.php/reports/ephr-2019.html . página 77.
[15] ttps://surrogate.com/surrogates/pregnancy-and-health/surrogates-and-abortion-what-to-know-before-taking-this-journey/ (en inglés)
[16] Lahl, Jennifer; Fell, Kallie; Bassett, Kate; Broghammer, Frances H.; y Briggs, William M. (2022) «A Comparison of American Women’s Experiences with Both Gestational Surrogate Pregnancies and Spontaneous Pregnancies,» Dignity: Revista de Análisis de la Explotación y la Violencia: Vol. 7: Iss. 3, Artículo 1.https://doi.org/10.23860/dignity.2022.07.03.01
[17] Belizán, José M., et al. » Health Consequences of the Increasing Caesarean Section Rates «. Epidemiology, vol. 18, no 4, juillet 2007, p. 48586-. DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1097/EDE.0b013e318068646a.
[18] Togioka, Brandon M., et Tiffany Tonismae. «Ruptura uterina. StatPearls, StatPearls Publishing, 2024. PubMed, http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK559209/.
[19] https://menhavingbabies.org/cms-data/depot/docs/MHB-Handout-2023-Surrogacy-Budgeting-Guide.pdf
[20] » Gestación subrogada y extracción de leche materna de donante «. ConceiveAbilities, https://www.conceiveabilities.com/about/blog/the-pros-and-cons-of-pumping-as-a-surrogate.
[21] » Dona a Surro Sisters for Brooke, organizado por Kathleen McRoberts «. gofundme.com, https://www.gofundme.com/f/SurrosisterBrooke
[22] » Dona a Michelle Reaves – Mama, Wifey & Beautiful Soul, organizado por Jaime Herwehe «. gofundme.com, https://www.gofundme.com/f/michelle-reaves-mama-wifey-beautiful-soul
[23] » Historias «. Por qué no la gestación subrogada: Una mirada más profunda, https://www.legalizesurrogacywhynot.com/stories
[24] Ahmari Teherán, Hoda, et al. » Emotional Experiences in Surrogate Mothers: A Qualitative Study «. Iranian Journal of Reproductive Medicine, vol. 12, no 7, juillet 2014, p. 47180-.
[25] Van den Akker, Olga B. A. » Psychological Trait and State Characteristics, Social Support and Attitudes to the Surrogate Pregnancy and Baby «. Human Reproduction (Oxford, Inglaterra), vol. 22, no 8, août 2007, p. 228795-. -PubMed, https://doi.org/10.1093/humrep/dem155.
[26] Majumdar, Anindita. «Nurturing an Alien Pregnancy: Surrogate Mothers, Intended Parents and Disembodied Relationships». Indian Journal of Gender Studies, vol. 21, no 2, juin 2014, p. 199224-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1177/0971521514525087
[27] Lahl, Jennifer; Fell, Kallie; Bassett, Kate; Broghammer, Frances H.; y Briggs, William M. (2022) «A Comparison of American Women’s Experiences with Both Gestational Surrogate Pregnancies and Spontaneous Pregnancies,» Dignity: Revista de Análisis de la Explotación y la Violencia: Vol. 7: Iss. 3, Artículo 1. https://doi.org/10.23860/dignity.2022.07.03.01
[28] Montrone M, Sherman KA, Avery J, Rodino IS. A comparison of sociodemographic and psychological characteristics among intended parents, surrogates, and partners involved in Australian altruistic surrogacy arrangements. Fertil Steril. 2020 Mar;113(3):642-652. doi: 10.1016/j.fertnstert.2019.10.035. PMID: 32192597.
[29] Ziff, Elizabeth. » «The Mommy Deployment»: Los cónyuges militares y la gestación subrogada en los Estados Unidos «. Foro Sociológico, vol. 32, no 2, juin 2017, p. 40625-. -DOI.org (Crossref), https://doi.org/10.1111/socf.12336.