Mexico : el Foro Vientres De Alquiler en la Ley – En la Cámara de Diputados 25/02/2022

CONGRESO DIPUTAD@S Federal México 25 de febrero de 2022

Discurso de Berta O. García, copresidenta de la CIAMS

En la Cámara de Diputados – H. Congreso de la Unión el Foro VientresDeAlquiler en la Ley organizado por la Comisión de Derechos Humanos participa Berta O. García (CIAMS), Núria González López L’ESCOLA A.C, Teresa Ulloa, CATWLAC, y otras compañeras feministas

https://www.youtube.com/watch?v=OydqbFFr_ZU

 

Buenos días, señoras diputadas y señores diputados

La resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación [1] ha tenido repercusiones que no se han hecho esperar. Sin ir más lejos, en el Congreso de Diputados de Ciudad de Méjico, hay ahora mismo dos propuestas legislativas tendentes a legalizar los vientres de alquiler, una del diputado Jorge Gaviño Ambriz, del Partido de la Revolución Democrática, y otra de la diputada Esperanza Villalobos, del partido Morena.

Hoy me siento muy honrada de estar aquí y muy agradecida a ustedes por darme la oportunidad de exponer mi análisis sobre ambas propuestas legislativas y mis conclusiones sobre la práctica mal llamada gestación subrogada.

La propuesta de la diputada Villalobos comienza por un recorrido histórico donde reconoce que hay roles sociales generalmente desiguales, que existe opresión de la mujer y que las sociedades han conquistado sus derechos mediante la lucha social de los grupos oprimidos. Y yo me pregunto y le preguntaría también a la diputada Villalobos cuándo fue que las mujeres, en la lucha por nuestra emancipación de la opresión, hemos reivindicado el derecho a gestar y parir y vender o regalar a nuestros hijos. Es obviamente una pregunta retórica, porque todas las personas que estamos hoy aquí sabemos que eso sólo ocurrió dos veces en la historia, una fue JAMÁS y la otra fue NUNCA. Las mujeres, como grupo humano oprimido, no hemos reivindicado nunca tal cosa y, de haberlo hecho -imaginemos esa distopía-, de habernos organizado para fijar la producción, la distribución y el precio de nuestros hijos e hijas, hubiéramos sido lapidadas y quemadas en las plazas públicas, no les quepa la menor duda.

Con el diputado Jorge Gaviño comparto su amor por los animales y su denuncia de la explotación reproductiva de las perras de cría. Lo extraño es que no haga la conexión, porque la gestación subrogada que él propone es también explotación reproductiva. De las mujeres, obviamente. Y además fíjense en un dato: según la ley de protección animal de Ciudad de México, está prohibido separar a los cachorros de sus madres y su compraventa antes de los cuatro meses de vida. Y sin embargo, el señor diputado Gaviño propone que se separe de su madre a un recién nacido humano nada más venir al mundo!

Ambas propuestas legislativas, la de la diputada Villalobos y la del diputado Gaviño, aluden a los derechos reproductivos como derecho humano, tal y como fueron definidos en la Conferencia del Cairo de 1994, así como el derecho a las técnicas de reproducción asistida y de maternidad subrogada, que tanto una como otro definen como “práctica médica auxiliar para la procreación”.

Y si bien es cierto que los derechos reproductivos son un derecho humano, ningún humano tiene derecho a servirse de una mujer fértil para resolver sus problemas de infertilidad. Porque además es imposible: nuestras capacidades reproductivas, nuestros embarazos, nuestros partos, nuestros hijos e hijas no curan ni revierten la infertilidad de nadie. Lo que ambas propuestas legislativas plantean es instrumentalizar a una mujer, privarla de su dignidad, para que terceras personas cumplan un deseo -legítimo, sí- de tener descendencia. Pero esa criatura que la mujer trae al mundo es su hijo o su hija. De ella, de su madre. Porque esos derechos reproductivos de los que echan mano precisamente para privarnos de ellos nos garantizan a las mujeres la libertad de ser madres o evitar serlo cuando queramos, las veces que queramos y con quien queramos. Insisto: la libertad de ser madres o de evitar serlo, no de ser madres y al mismo tiempo no-madres de un hijo al mismo tiempo no-hijo. Esto sería un fenómeno paranormal. Hacer esa lectura de los derechos reproductivos para encajar en ellos a machamartillo la gestación subrogada es perverso y es torticero.

La gestación subrogada no es una práctica médica ni una técnica de reproducción humana asistida. Si bien es cierto que intervienen actores y procedimientos médicos, la práctica no es médica. No por colgarle la etiqueta de “médica” a una práctica se convierte en buena y aceptable, porque supongo que nadie de ustedes osaría calificar la pena de muerte por inyección letal como práctica médica, verdad? Porque, aunque en la inyección letal intervienen actores médicos y procedimientos médicos, a nadie se le escapa que no salva la vida del reo ni mejora su salud. Bien, pues lo mismo ocurre con la gestación subrogada, que aunque intervienen actores y procedimientos médicos, no cura ni revierte la infertilidad ni mejora la salud de nadie; al contrario, pone en riesgo la salud y la vida de la madre y pone en riesgo la vida y la salud del recién nacido.

Es muy curioso que el diputado Gaviño eche mano del principio hipocrático de no maleficencia, cuando es una verdadera contradicción convertir a una mujer fértil y sana en una paciente funcional sobre la que se va operar el encarnizamiento médico y psicológico más despiadado. Si lo primero del código deontológico médico es no hacer daño, ¿qué justificación hay para someter a una mujer sana a tanta violencia médica? Hiperhormonación, pruebas innecesarias muchas veces cruentas, reducciones embrionarias (se llama así al aborto cuando no es la mujer quien lo decide en el ejercicio de sus derechos), inducción al parto, cesáreas injustificadas… Por no hablar de las terapias psicológicas de desapego, que incumplen de pe a pa la deontología de la Psicología, ya que buscan romper ese vínculo entre la gestante y el feto tan natural como necesario cuando el embarazo es deseado. Por eso, la gestación subrogada viene a fraccionar y romper ese vínculo primigenio de la especie humana, el que existe entre la madre y el feto que está gestando. Y digo que viene a fragmentar ese vínculo, ya que se usan óvulos de otra mujer, también explotada reproductivamente, puesto que la mal llamada “ovodonación” -que en realidad es compra de ovocitos producidos al por mayor en un solo ciclo- es también una práctica violenta y cruenta para las mujeres, con consecuencias poco estudiadas a medio y largo plazo.

Ustedes tienen que saber que un embarazo de estas características multiplica los riesgos de un embarazo normal. Lo saben también ambos proponentes, ya que sus propuestas legislativas prevén indemnización si la madre fallece o le quedan secuelas de incapacidad permanente. Pero voy a ilustrar con datos: según un estudio realizado en Holanda durante 10 años en mujeres gestantes por subrogación, la hipertensión gestacional o preclampsia y la hemorragia en el parto y en el posparto duplica la tasa que se da en embarazos normales y el parto inducido quintuplica la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Y por supuesto es causa de muerte en muchos casos.

La gestación subrogada es violencia -particularmente médica- contra la mujer, ya que los actos deliberados sobre su cuerpo y su persona (una mujer en buen estado de salud y sin deseo de ser madre) provocan inevitablemente daños a su integridad física, susceptibles de deteriorar su salud y de provocar sufrimiento físico y psíquico e incluso la muerte. Actos y tratamientos médicos invasivos no relacionados con la atención sanitaria que contravienen el principio de primacía del ser humano definido por el Convenio de Oviedo.

La gestación subrogada no es una práctica médica, es una práctica social por la que una mujer -generalmente pobre, por no decir siempre- se compromete a gestar para otros -generalmente, por no decir siempre, más ricos- y a entregarles el bebé nacido junto con la renuncia a la filiación, altruistamente o a cambio de dinero o de cualquier otra compensación. Es una práctica social en la que siempre hay un desequilibrio económico y una desigualdad jerárquica entre las partes, siendo obviamente la mujer gestante la que está en inferior posición socioeconómica y se lleva la peor parte, porque tiene que poner en riesgo su integridad física y psicológica, tiene que renunciar a la criatura y tiene que renunciar a la filiación. Y aquí reside precisamente la verdadera madre del cordero de la gestación subrogada: la exigida renuncia al derecho de filiación (que además es bidireccional, tanto de la madre como del hijo, no lo olvidemos, con lo que también se está usurpando al bebé ese derecho). Este es el pilar sobre el que se fundamenta la práctica de la gestación subrogada, la renuncia de la madre a la filiación de su hijo, con el pretendido pretexto de que esa mujer que ha involucrado durante 9 meses su cuerpo y su psique en la gestación de un embrión que se convertirá en feto y al nacer en bebé no es la madre biológica de esa criatura porque no ha puesto su material genético, es decir, una célula. ¡Porque no ha puesto una célula! ¿Ustedes saben cuántas células tiene un bebé nacido a término del proceso biológico humano por antonomasia, es decir, de la gestación? Pues miren, tiene alrededor de 15000 millones de células. Y muchas de esas células, con su ADN, son de la mujer que lo ha gestado, por mucho que no haya aportado la célula con su material genético; así como en el cuerpo de la madre permanecerán de manera perenne células del feto que ha gestado. Supongo que muchas y muchos de ustedes habrán oído hablar del microquimerismo fetal y de la epigenética y sabrán que no todo se reduce a la genética. Poner una célula sin pasar un embarazo y un parto no hace madre a una mujer. Lo que hace madre a una mujer es vivir un proceso biológico tan complejo como el embarazo y traer una criatura al mundo. De ahí que la premisa necesaria para que exista la gestación subrogada es borrar a la madre haciéndola renunciar a la filiación. La subrogación es suplantación de la identidad de una persona mediante contrato civil. Suplantación de la madre por otra u otras personas que han pagado primero por hacerse con el óvulo de una mujer y que pagan siempre por hacerse con el hijo o la hija de otra mujer. Básicamente, es un contrato de compraventa de humanos. Porque aunque el modelo sea teóricamente altruista para esa mujer y sólo a ella se le exija altruismo, las agencias cobran, los intermediarios cobran, los médicos, los psicólogos, los abogados, los notarios, las clínicas…, todo el mundo obtiene beneficios de esa transacción.

La dignidad de la persona no reside en el hecho de recibir o no recibir beneficio económico, la dignidad de la persona no está en el modelo comercial ni tampoco altruista de la gestación subrogada. La dignidad de la persona reside en no ser instrumentalizada y en no ser objeto de comercio. Hablar de dignidad de la persona y proponer al mismo tiempo usar a una mujer para que traiga un hijo al mundo por encargo y contrato y lo transfiera a terceros como se transfiere una cosa, teniendo que renunciar también a derechos fundamentales -por su naturaleza inalienables- es lisa y llanamente un acto de cinismo. ¿No somos humanas las mujeres? ¿no tenemos ese derecho humano a la dignidad que tienen las personas? ¿no contamos nosotras y nuestros hijos e hijas con, al menos, la misma consideración que la ley otorga ya a los animales?

La gestación subrogada se basa en la representación patriarcal de las mujeres y sus cuerpos como fragmentados y fragmentables (de unas se obtiene sexo sin hijos, de otras hijos sin sexo, de unas los óvulos, de otras el útero). La gestación subrogada se basa en la explotación de nuestra capacidad reproductiva en nombre de prejuicios de género que operan en nuestra contra, incluyendo nuestro supuesto deseo innato de entregarnos a los demás y nuestro sentido del sacrificio. De este modo, la subrogación refuerza y consolida las históricas desigualdades estructurales entre mujeres y hombres.

 

Y además, la gestación subrogada es siempre contraria a los intereses del menor, que son: 1) no ser comprado ni vendido ni regalado y 2) tener acceso a sus orígenes, conocer a la madre que lo trajo al mundo y ser criado por ella.

 

Señoras diputadas, señoras diputados, nuestro querido México alberga desde hace años a una mafia de tratantes de mujeres con fines reproductivos, a una mafia de venta de menores ya nacidos o por encargo. Una mafia en constante expansión que opera aquí mismo, en Ciudad de México. Se venden bebés mostrando fotos. Te gusta éste? Sí, cuánto? 50000 pesos. Una mafia que surte de bebés de veinte en veinte por gestación subrogada a quien los quiera comprar. Sí, aquí mismo, en Ciudad de México, y aterroriza pensar en el destino de esos bebés.

Las mafias nunca se arredran ante la legalidad; las mafias usan y usarán siempre la legalidad en su beneficio. Legalizar y regularizar una práctica no acaba con la mafia de trata de personas, al contrario, la fomenta y consolida, como sabemos ya cómo opera la mafia proxeneta en Alemania y en Holanda desde que se regularizó la prostitución.

La guerra en Ucrania va a provocar que México sea el primer destino low cost del mundo para los tratantes de mujeres y personas recién nacidas. No lo permitan.

Concluyo ya

Una práctica contraria a la dignidad humana, principio fundamental de los derechos humanos, una práctica contraria a la igualdad entre hombres y mujeres, una forma de violencia contra las mujeres y una forma de abuso infantil y contraria a los intereses y derechos del niño y de la niña no puede ser regulada, sino que debe ser perseguida, abolida y erradicada. Para ello, ya existe un instrumento, mi organización CIAMS ha elaborado un proyecto de Convención Internacional abolicionista de esta práctica que algún día veremos firmar y ratificar a todos los Estados, como en su día se firmó la Convención internacional contra la esclavitud.

Muchas gracias por su atención, señoras diputadas y señores diputados, tengan ustedes muy buenos días.

 

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Foro sobre los Vientres de Alquiler en la Ley 25 de febrero de 2022.

 PROGRAMA

 INAUGURACIÓN

12:00 – 12:10; Palabras de Bienvenida, Diputada Beatriz Rojas Martínez, Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos.

12:10 – 12:20; Inauguración, Diputada Nelly Minerva Carrasco Godínez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.

PRIMER PANEL: “Vientres de Alquiler y las Mujeres en condición de exclusión social”

Moderadora:  Diputada Marisela Garduño Garduño

12:20 – 12:40; Ts. Bertha García, CIAMS España.

12:40 – 13:00; Dra. Olivia Tena, CEIICH-UNAM.

13:00 – 13:20; Mtra. Teresa Ulloa, CATWLAC.

13:20 – 13:40; Ronda de preguntas.

SEGUNDO PANEL: “Vientres de Alquiler y el Tráfico de Niñas y Niños”.

 Moderadora: Diputada Ana Cecilia Luisa Gabriela Fernanda Sodi Miranda

13:40 – 14:00; Lic. Juan Martín Pérez, REDIM.

14:00 – 14:20; Nuria Gonzáles, L’ESCOLA A.C.

14:20 – 14:40; Mtra. Laura Lecuona, Campaña por los Derechos de las Mujeres.

14:40 – 15:00; Mtra. Aimée Vega, CEIICH-UNAM.

15:00 – 15:20; Ronda de preguntas

CONFERENCIA MAGISTRAL

15:20 – 15:50; Eliane Proo, Laboratorio Feminista de Derechos Digitales.

15:50 – 16:00; Cierre

 

 

[1] https://elpais.com/mexico/2021-06-05/la-suprema-corte-abre-la-puerta-a-los-estados-para-que-decidan-si-se-ha-de-pagar-o-no-por-los-vientres-de-alquiler.html

 

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