Comunicado de prensa
El viernes 24 de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló el caso Roe contra Wade por 5 votos a 4, dictaminando que ya no existe un derecho constitucional federal al aborto.
Para aplicar esta decisión, cada Estado debe aprobar su propia legislación sobre el aborto. Las organizaciones por el derecho al aborto calculan que entre 22 y 26 de los 50 Estados prohíben o prohibirán el aborto.
Todos estos Estados prohíben o hacen ilegal el aborto con el pretexto de proteger al «niño no nacido» [1]; a veces en detrimento de la salud o incluso de la vida de la madre. En ninguna parte los legisladores tienen en cuenta el bienestar de las mujeres embarazadas, ni los riesgos que corren al llevar un embarazo no deseado.
Pero estos Estados que ahora prohíben el aborto son también los que, como casi todos los Estados americanos, aceptan y legalizan la gestación subrogada, en beneficio de un inmenso mercado de la reproducción, en interés de clientes ricos, que así compran niños y niñas (por contrato, intercambian dinero por la entrega de un niño o niña y su vínculo de filiación, lo que corresponde a la venta de niños).
Según los contratos de gestación subrogada en Estados Unidos, el primer pago se hace a la madre subrogada cuando se registra el primer latido del feto. El niño o la niña que una madre subrogada trae al mundo ya «pertenece» a los comitentes desde que el embrión es inseminado.
Para los legisladores estadounidenses, cuando se trata de gestación subrogada, no importa la relación entre el niño o la niña y la mujer que lo da a luz, ni su embarazo y parto. Los comitentes, por su parte, tienen todos los derechos, incluido el de imponerle una reducción embrionaria o un aborto, así como los términos y la fecha del parto. Por contrato, se le quita así su capacidad de decisión y su autonomía.
Tanto la prohibición del acceso de las mujeres al aborto como la legalización y el fomento de la gestación subrogada parten de la misma visión de las mujeres como contenedores de «niños o niñas no nacidos». Una visión retrógrada, reaccionaria, misógina, deshumanizada e inaceptable que es emulada por los legisladores de Estados Unidos y de muchos otros países.
La Coalición Internacional para la Abolición de la gestación subrogada lamenta la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. y las consecuencias negativas que ya está teniendo para las mujeres estadounidenses que necesitan abortar.
Queremos alertar a la opinión pública sobre la relación intrínseca entre el desarrollo de la gestación subrogada y la prohibición del aborto. Ambos van de la mano y forman parte del mismo ataque a los derechos y la salud de las mujeres.
Contacto de prensa: + 33 671 72 89 74
[1] Según la Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 1, » Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad. «. Es decir, desde el nacimiento hasta los 18 años. https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-rights-child